Una de las tradiciones que tenemos en Catalunya que más me gusta es "la revetlla de Sant Joan", y no por los petardos, que no me desagradan, pero cuando tienes un perro puedes llegar a odiarlos mucho muchísimo; los pobrecitos lo pasan fatal... y tú más cuando tienes que ir todo el día detrás de ellos con el mocho (los que tengan perros miedosos, o perros en general, me entenderán). En fin, no me gusta por los petardos, sino por el ambiente que se crea, ¡LA FIESTA! Es una noche mágica, la más corta del año, y llena de colorido.
Pero lo mejor mejorcito que puede haber en esta tradición es (SIN NINGUNA DUDA) ¡La Coca de Sant Joan! Y más si, como este año, es totalmente casera (¡ENTERITA ENTERITA!)
No hay nada mejor como el sabor de la coca de Sant Joan o del Roscón de Reyes; ese brioxe anisado con un toque de naranja que hace que la devores y tengas ganas de más y de más (¡podría comerme una entera yo sola!). Y con el saborcito de la crema pastelera casera, que siempre haces de más para poder rebañar el bol (o directamente de la manga, a lo ansia viva); y esos piñones... ¡Vale vale! que se me hace la boca agua... Y saber que la tengo en la cocina y no puedo hincarle el diente hasta mañana... ¡Aiiiis que tortura!
Es la primera vez que la hago, y para no fastidiarla en el día de Sant Joan, la semana pasada hice una mini prueba, y aunque se me quemo un poquitin (no se pueden hacer tantas cosas a la vez, ¡comprobado!) estaba buenísima! Así que esta vez, entre mi chico y yo hemos hecho cantidades industriales y nos han salido dos super cocas.
En fin, os dejo con más fotitos de la Coca para que se os haga la boca agua como a mi... ¡En el próximo post os cuento si estaba buena o no en tamaño gigante!
¡Besos! Y que paséis una muy buena "revetlla" o verbena, y sobretodo cuidadito con los petardos, ¡que son peligrosos! Siempre con mucha cabeza. ¡Pasarlo muy bien!
¡Felicidades a todos los Joans y Joanes y todos sus derivados!